Parece que en "La Almorrana del Mundo" ya se ha instalado el otoño. Hace fresquito y unas nieblas que esperas encontrarte a los lobos tomando Gonzalez-Byass en el restop de la autopista. Lo malo es que en menos de lo que tarda en cagarla un ministro tendremos el invierno encima. Y eso da muy mal rollo cuando todavía se nota la marca del traje de baño en el culete.
Dan ganas de meterse en la cama, a ser posible con Ben, a hibernar hasta abril. Y despertarse con la primavera y la constatación de que tienes que soplar veintionce velas en tu tarta de cumpleaños. Pero bueno, lo malo de los 31 es no cumplirlos y bla, bla, bla y el que no se consuela es porque no quiere.
Los chopos se pondran amarillos, las hayas rojas y miles de guipuzcoanos pasarán a las sierras navarras a "robar setas". Justicia Divina. Hemos tenido a miles de navarros "meando playas" todo el verano. Qué bonita es la fraternidad transcomunitaria.
Al final, como siempre, y como cantó Sabina: El otoño durará lo que tarde en llegar el invierno. Que nos pille emparejaos, que se hace más corto y mas calentito.
Escrito por Xabe a las 14 de Septiembre 2004 a las 07:29 PM