En Petit Comité

hoy "pollo"

Le decían las monjas del Sagrado Corazón a mi madre, que el aburrimiento es
la enfermedad de los que tienen el alma vacía y la mente sin recursos.
No creo en la existencia del alma, así que el punto uno me preocupa poco y
lo de "sin recursos" me suena a mensaje de Windows. ¿Que hago? ¿reinicio?

Reinicio.

Norma nº1 de La Segunda Derivada: No hablar sobre el aburrimiento.
Norma nº2 de La Segunda Derivada: No hablar todos los días de sexo.
Ley de Acompañamiento de los Presupuestos 01/2004: El Comité Ejecutivo
podrá pasarse por el forro de los CC (cojones) las normas.

Hoy SEXO:

No pienso hablar de mamadas ni de posturas para follar ni de trucos ni
de nada de eso, más que nada porque forma parte de mi know-how y paso de
compartirlo gratis con el público. Que chaque chien se lam son cipot.
Dejando esto al margen, una de las cosas que separa una buena noche de
sexo de un polvete mediocre es "el después"... de hecho "el entre polvo y
polvo".

Esa hora que pasa desde que enciendes el cigarro hasta que te das cuenta de
que estas hablando con él con la nuca apoyada en su tripita y algo a la quierda de tu cabeza comienza a crecer reclamando tu atención.

Vinicius sonando en mp3. Luz tenue. Un tío que te gusta desnudo en la cama.
Ya sin el ansia que los dos teníamos hace poco tiempo. Relajados. A veces,
la conversación aparece como sin quererlo. Interesante. Fluida.
Mientras hablas te vienen flashes de lo que acaba de ocurrir y de lo que volverá a ocurrir dentro de un rato.

Sigues charlando. Sonríes, te sonríe. Durante un momento no le escuchas.
¡Que guapo es! Te acurrucas con él. Él te pasa el brazo por encima y te
acaricia con el dedo pulgar mientras sigue charlando.

Silencio. "Me gustan estos pelillos que tienes debajo del ombligo". Se pone rojo. "Bobo". Le miras a los ojos. Te besa...