Hay en Francia una región llamada Aquitania que hace frontera con España. La
parte más al sur, Le Pays Basque, es muy parecida al Pais Vasco. Más rural.
Menos industrial. Con caseríos más blancos, pueblos más cuidados. Quizá más
parecida a La Comarca de Tolkien.
Pero según pasas Bayona viajando hacia Burdeos el paisaje cambia
drásticamente. Es paradójico que según te diriges al norte vas dejando
atrás las verdes colinas y los Pirineos y te adentras en una llanura en la
que solo se ven pinos mediterráneos (en pleno Atlántico). Esta parte de
Aquitania, Las Landas es una franja de costa de playas eternas y
solitarias en la que el mar forma pequeños lagos entre las dunas de arena.
Es julio. Pese a que a este lado del Bidasoa parezca que es octubre,
nuestros vecinos del norte, como casi siempre disfrutan de mejor clima.
Me gustaría decirle a mi jefe que me tomo el jueves y el viernes de
vacaciones. Coger a Isak y buscar en esos 200 kilómetros de costa la playa más solitaria. Sacar del maletero una botella de Martini, dos vasos con
hielo y ver cuatro anocheceres escuchando a María Dolores Pradera.