Una de las cosas que teniamos en común la aventada de Carmina Ordoñez y yo (curioso, lo adecuado del adjetivo) era que a los dos nos han puesto mirando a la Meca en la Calle Pureza. En mi caso fue a menos de cincuenta metros de la Esperanza de Triana, que es ande yo viví en mi época Sevillana.
Al primero que lo hizo, le conocí en el ya desaparecido Monalisa. Aquella noche me pareció el vivo retrato de Keanu Reeves y a la mañana siguiente una extraña combinación entre Ernesto Neira y la Pantoja de Puerto Rico. Cosas del rebujito. Curiosamente, no recuerdo a muchos de los que pasaron por aquel apartamento. Tansolo a otro que a la postre me introdujo más cosas que las obvias y pactadas. Fue este aborigen trianero quién abrió mi campo de visión del mundo facilitándome el conocimiento intimo de uno de los seres más típicamente ibéricos. ¿El cochino negro? ¿El lince ibérico? ¿El Dioni?. No. Las Ladillas.
Llevaba yo ya unos dias sintiendo un molesto picor en las ingles, que en mi supino desconocimiento achacaba a lo calido y húmedo del clima hispalense, hasta que una tarde tonta, en la soledad del salón de aquella casa de Pureza, bajo el chorro del aire acondicionado y en gallubos vi que aquella cosa diminuta tenía patitas y se movía. "Ostias: Ladillas" pensé yo. "¡Digo!" Respondieron ellas raciales.
Las cosas son como se cuentan y casi me sonrojo cuando recuerdo que lo primero que hice, en tal estado de infección fue ir a google y meter "crabs". Bajo una foto ampliada de la prima de una de mis pasajeras lei que no eran sino una variante del familiar piojo. Y que de no atajar aquello de modo ejecutivo (de ejecutar) podía acabar teniendo colonias permanentes hasta en las pestañas.
Baje a la farmacia con cara de "el crio me ha pillado piojos en el cole" y pedí Filvit. El farmaceútico me miró con cara de "no tienes pinta de tener crios, cacho guarro. Ande habrás metido el ciruelo" y tras 15 minutos oliendo, todo yo, a Ajax Pino volví a vivir tan solo en compañía de mis más de 10.000.000 de lactobacilus casei inmunitas, que son los únicos que gozan de permiso de residencia en vigor.
Bueno, pues una vez que he confesado que fui colonizado por ladillas trianeras y con la autoridad que ello me confiere, os voy a dar la receta del Autentico Gazpacho.
Tomense 6 o 7 tomates rojos, maduros pero sin estar mocosos. Te los escaldas y te los pelas y los echas en una batidora vertical junto con 2 pimientos verdes, un pepino y 4 dientes de ajo. El buen gazpacho es como el vicks vaporup, quita los mocos. Añadase unos 40 cm de barra de pan. Y aliñese sin miedo con mucho aceite de oliva, bastante vinagre y sal al gusto. Si se es mu fisno, se pasa por "er shino", si no se pasa, enmejor, que asin tiene más fibra.
Escrito por Xabe a las 23 de Septiembre 2004 a las 11:43 PMTe juro por mis muertos, que cuando he pinchado en el cliqué de la principal de ZL, me esperaba cualquier cosa, pero con ESTO, te has superado...
Vas a ir a los autores enmascarados!
Filvít champú, filvít mamá... En mi casa se utilizaba vinagre.
Escrito por juggler a las 24 de Septiembre 2004 a las 01:04 PMImpecable ese gazpacho. No hay un pero que ponerle, bueno yo le quitaría el pepino pero eso es una manía personal mía. Ves, quienes no sepan han aprendido a hacer gazpacho con la espe de triana manda y a matar ladillas, una experiencia muy enriquecedora.
Escrito por mikgel a las 24 de Septiembre 2004 a las 07:07 PMEl único animal que cambia de sexo, la ladilla. Aunque en tu caso más que de sexo cambió de huesped... y en el mío, más que biólogo parezco Jimmy Jiménez Arnau, porque hay más animales que cambian de sexo.
Escrito por Bohdi a las 27 de Septiembre 2004 a las 02:32 PMeso es frescura al escribir!!...ole ole y olé!!...el gazpacho xabe...y en general el tomate dicen q aporta a uno mucho salero para el acto...yo todos los días...granini de tomate
Saudiños
Escrito por juinta a las 27 de Septiembre 2004 a las 07:40 PM