En Petit Comité

otra de isak

Cerré la puerta después de saludar en el descansillo a la vecina, que secaba a pasear al perro. Deje las llaves de casa y las del coche en el mueble de la entrada y vacié mis bolsillos. El móvil, tabaco, mechero y varias monedas. Sobre todo de 5 céntimos. Desde el salón llegaba el sonido de un documental de la dos. En el Serengueti, la Gacela de Adams pastaba bajo la atenta mirada de una Guepardo a la que el locutor llamaba ridículamente "Rita".

Al asomarme al salón vi a Isak tumbado boca abajo en el sofá, con dos cojines debajo de su cabeza, abrazados. Los vaqueros tirados en el suelo junto con las zapatillas de deporte y una bandeja con restos de un gazpacho. Dormido como un lirón.

Será sueco, pensé. Pero parece de Mairena del Aljarafe, el cabrón este.

Dejé la ropa del trabajo doblada en el dormitorio, me bebí otro tazón de gazpacho en la cocina y me tumbé junto a Isak en el sofá a "no ver" el documental.