Dentro de poco es la fiesta del Orgullo de Gehitu en Donosti. Iré con mi
primo el gay (nota mental: buscarle un mote mejor) y su medio melón. Ya
os contaré. Y ya no falta nada para la de Madrid... aunque el Orgullo de
Madrid nunca me ha gustado demasiado. El slogan debería ser algo así como "Una vez al año, salga de Tomelloso y suelte toda la pluma acumulada en Madrid." Un millón de respetables ciudadanos semidesnudos, luciendo panzas,
piernecillas y brazos fláccidos, quemándose bajo un sol de justicia en el Madrileño Barrio del mismo nombre. Un millón de personas que disimulan en sus ciudades de origen, moviendo las caderas como garotas con la gallina debajo del brazo.
Algo tenemos que cambiar cuando parece que a nuestros "cadetes", lo que
les gusta es gritar "me suda el coño". Amos a ver niño. ¿Tu te has visto?.
Mides metro noventa, estás para mojar pan, tumbarías de media hostia a un
miembro de la Policía Montada del Canadá montado en el caballo. ¿Me quieres
decir de donde sacas tanta pluma? ¡porque tu solito no la puedes criar toda! Eso no es ser gay.
A mi me van a perdonar. Pero ser gay no es eso. Ser gay es despedir a
tu novio con un beso en la parada del autobús. Es soltar un "caguendiós"
en el bar de la esquina cuando se te atraganta el mollete del desayuno al
leer la última idea de Roucovarela en El Mundo. Ser gay es decir que no tienes
ni puta idea de quien es Cristina Aguilera. Y que además te da por saco.
Que lo mejor del fútbol es Iker Casillas, y que juega mejor en las duchas que
en la portería. Y todo eso lo dices con unos vaqueros y una camiseta. No
vestido con un tanga de cuero con las cadenas del Renault Laguna enredadas en la entrepierna.
El día del orgullo deberíamos ir a quemarle el pograma a la del Diario
de Patricia. A meterle un bate de Béisbol por el culo a Resines en Los
Serrano. A cantarle, vestidos de tunos "Son tus perjumenes mujer" a Ana Botella, regalarle unos patucos rosas a su nieto y darle el carnet nº 0000 de
Cogam, porque oiga: nunca se sabe.
Y darle la Gran Cruz de Isabel la Catódica a Jesús Vázquez, que parece
ser el único gay normal que hay en esta mancomunidad de 17 autonomías y dos
ciudades autónomas que llamamos Xpaña.
Algún día haré un post sobre "outing". Pero hoy solo lo dejare
hilvanado. ¿Es ético desenmascarar a un Ministro de Hacienda que defrauda al
Fisco? ¿Es ético desenmascarar a un Ministro del Señor que gusta de poner efebos mirando para la Meca?